La Duquesa
de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, se convirtió en depositaria de la
herencia nobiliaria del aragonés Ducado de Híjar (Teruel), que
hunde sus orígenes en el siglo XV y que se convirtió en la Edad Moderna
en uno de los más relevantes linajes procedentes del Reino de Aragón.
Cayetana Fitz-James, fallecida este
jueves en Madrid, recibió los títulos de la Casa de Híjar por parte
materna. Su madre, María del Rosario de Silva y Gurtubay, se casó con el
entonces Duque de Alba. Y así se unieron los títulos del Ducado de
Híjar a los de la Casa de Alba, con el patrimonio ligado al primero.
Entre ellos, el tremendo archivo ducal de los Híjar, tronco
aristocrático que con el paso de los siglos concentró numerosos titulaos
nobiliarios más. Entre ellos, el Condado de Aranda, los ducados de
Aliaga y de Lécera, y el Condado de Belchite.
Parte de esos títulos nobiliarios
aragoneses se disgregaron en otras ramas de la Casa de Híjar en el siglo
XIX y no llegaron a formar parte del legado que recibió Cayetana
Fitz-James Stuart. Pero sí quedaron en su Casa de Alba los ducados de Híjar (Teruel) y de Aliaga y el condado de Aranda, este último originario de la localidad zaragozana de Aranda de Moncayo.
Entre el legado patrimonial que
concentró la Casa de Alba siendo su titular la recién fallecida Cayetana
Fitz-James Stuart se encontraba el valioso y extenso archivo del Ducado de Híjar, que acabó concentrándose en el palacio familiar de Épila (Zaragoza) que, generación tras generación, había pertenecido al Condado de Aranda. En 1987, la desaparecida Duquesa de Alba firmó la entrega de este tremendo fondo documental a la Comunidad Autónoma de Aragón.
Tras esta donación, se decidió
trasladar este abundante legado al Archivo Histórico Provincial de
Zaragoza, donde está actualmente depositado y al que ingresó en seis
fases, entre 1988 y 1992. Lo integran un total de 1.301 legajos de extraordinario valor histórico
y de gran interés para contribuir a conocer una parte de la historia de
Aragón y de su aristocracia. La Casa de Híjar entroncó y se relacionó
con el paso de los siglos no solo con las principales familias
aristocráticas originarias del Reino de Aragón, sino también con linajes
nobiliarios de toda España.
La donación del archivo ducal de la Casa de Híjar se vio acompañada también por la entrega por parte de Cayetana de Alba del epilense Palacio de los Condes de Aranda al Ayuntamiento de la localidad.
En 1988 se formalizó esa donación gratuita del palacio, con la
condición de que fuera utilizado en adelante para fines culturales,
abierto a la población.
http://www.abc.es/local-aragon/20141121/abci-legado-aragones-duquesa-alba-201411210839.html
FOtografía de Heraldo de Aragón, Híjar 2008
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