Carmen SalvadorTena,(Administradora)

viernes, 19 de septiembre de 2014

BAJO MARTÍN. TERUEL

Parte del ducado de Híjar, en el centro de Sevilla

 http://www.lacomarca.net/bajo-martin-cultura-2/item/4646-parte-del-patrimonio-del-ducado-de-hijar-se-expone-restaurado-en-un-centrico-hotel-sevillano

 

Desde hace unos días una de las dependencias de un hotel de Sevilla alberga un frontal de un sarcófago que perteneció al ducado de Híjar. La pieza posee gran valor artístico e histórico del que se han hecho eco medios como el ABC Andalucía. Da buena cuenta del camino que llevaron muchas piezas del patrimonio hijarano.
Antes de exponerse en el hotel Alcázar pertenecía a un particular a cuyas manos llegó a través de un anticuario. Decidió averiguar qué valor tenía y contactó con la doctora en Historia del Arte y periodista, Clara Zamora, quien identificó el escudo de Híjar y la época del Renacimiento. «Este estilo lo introdujo la nobleza en España y el que teníamos delante era de comienzos. Era interesante ver que el noble en cuestión se preocupó de que su sarcófago siguiera las líneas que estaban llegando», explicó la investigadora andaluza. La identificación del escudo le llevó a contactar con expertos de Híjar. La doctora y responsable del Archivo Ducal de Híjar, Mª José Casaus, es la que atribuyó la pieza a Luis Fernández de Híjar y Ramírez de Arellano fallecido en 1554. Tiene entre sus publicaciones un estudio en el que aporta más datos respecto a los sarcófagos de la Casa de Híjar y sus diferentes historias y que firma junto al hijarano Víctor Guíu.

Del asesoramiento artístico se ocupó la catedrática de la Universidad de Zaragoza, Carmen Morte. «Es alabastro y es obra de Juan de Liceyre, un discípulo de Damián Forment natural de Ejea de los Caballeros y muy afamado en su época», explicó. La zaragozana es autora, entre otros estudios, de una monografía sobre Forment y conoce a la perfección las características del material. «Era sustituto del mármol en muchos retablos importantes. Esta pieza en concreto no procede de una cantera muy alejada del Bajo Martín», dijo.

Zamora, consciente de la fragilidad del alabastro, aseguró que la restauración se llevó a cabo con materiales inertes de la misma naturaleza que el original, tratando de que las intervenciones fueran lo menos agresivas posibles. Todo, para respetar el proceso natural del paso del tiempo. También contactó con el historiador hijarano, Almuayad Royo, hace ya más de un año. «Hay mucho patrimonio del que llaman desaparecido. La Desamortización de Mendizábal y la Guerra Civil fueron dos momentos clave».

 

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