Carmen SalvadorTena,(Administradora)

viernes, 4 de julio de 2014

LA ALJAFERÍA

La Aljafería de Zaragoza

Aljafería (Zaragoza). Vista exterior
Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1050
Fin: Año 1450
Tras un interminable proceso de restauración y rehabilitación, iniciado en 1947 y concluido hace apenas dos años, bajo el decisivo impulso de las Cortes de Aragón, el palacio de la Aljafería ofrece en la actualidad un aspecto renovado y brillante.
La Aljafería es, sobre todo, el palacio islámico del siglo XI más importante de la España musulmana, tan sólo comparable por su trascendencia artística a los monumentos de al-Andalus, como la Mezquita de Córdoba, Madinat al-Zahra, los Reales Alcázares y la Giralda de Sevilla, o la Alhambra y el Generalife de Granada.
Pero el Palacio de la Aljafería contiene, además, en el interior de su recinto monumental, numerosas estancias que corresponden a diversas épocas y manifestaciones artísticas, como resultado de la apasionante trayectoria histórica del monumento que, de alcázar islámico, se transformó, a partir de 1118, en palacio mudéjar de los reyes cristianos, ampliándose notablemente en tiempos de Pedro IV y de los Reyes Católicos, siendo utilizado a partir de la Edad Moderna como sede y cárceles del tribunal de la Inquisición, como presidio y cuartel de tropas, y, por último, desde 1985, como sede de las Cortes de Aragón.
El término Aljafería procede del árabe al-Yafariyya que, a su vez, deriva del prenombre Yafar, utilizado por el constructor del palacio, el segundo sultán de la dinastía hudí, Ahmad ibn Suleyman, quien inició sus obras a partir del año 1065, tras la victoria sobre los cristianos que le permitió la recuperación de Barbastro. Las obras proseguían todavía cuando en el año 1110 los almorávides tomaron la ciudad de Zaragoza.
Aunque hoy el monumento ha quedado englobado en el ensanche de la ciudad, el palacio islámico fue erigido extramuros, a occidente, sobre la huerta del Ebro, a modo de finca suburbana de recreo y así alude a ella en un poema el sultán constructor, llamándola palacio del regocijo.
Este palacio islámico estaba formado por un recinto rectangular amurallado y reforzado por dieciséis torreones semicirculares, además de un torreón de mayores proporciones conocido como Torre del Trovador. En el interior de este recinto amurallado, tan sólo una tercera parte estaba ocupada por construcciones palatinas.
Puede sorprender a primera vista que un palacio ofrezca este aspecto fortificado, dotado de murallas y torreones, a modo de castillo, denominación por otra parte habitual de la Aljafería. El historiador del arte don Manuel Gómez Moreno señaló ya que los precedentes habían de rastrearse en los palacios islámicos de la época omeya, de la primera mitad del siglo VIII, como el de Msatta, en Jordania.
El recinto amurallado original de la Aljafería, merced a su espesor y estructura, se ha conservado en lo esencial a lo largo de la evolución histórica, y asimismo la mencionada Torre del Trovador, ampliada en altura en época mudéjar. Sin embargo, los torreones ultrasemicirculares fueron eliminados en el siglo XVIII.
Hoy, este aspecto exterior original del palacio islámico de la Aljafería ha sido totalmente recuperado, pero tan sólo en su mitad oriental, pudiéndose apreciar, por el contrario, en la otra mitad occidental la forma en que el monumento ha llegado hasta nuestros días, tras las transformaciones sufridas durante los siglos XVIII y XIX.
También ha sido preciso reconstituir la portada y fachada principal del palacio islámico, entre dos torreones ultrasemicirculares del lado oriental. En efecto, con el transcurso del tiempo, en la época de los Reyes Católicos, y probablemente debido en parte al deterioro, ya se le antepuso a la original islámica una nueva fachada, que a su vez, en 1772, quedó ocultada por una tercera y definitiva, la llegada a nuestros días.
Se accede al interior y hay que atravesar casi en diagonal el Patio llamado de San Martín (por la iglesia mudéjar que se deja a mano derecha), para acceder a través de otra portada al Patio de Santa Isabel, por la hija del rey Pedro III, reina de Portugal, que nació en el palacio.
Si en el patio de Santa Isabel nos situamos mirando hacia el sur, observamos que el núcleo central del palacio hudí del siglo XI estaba formado por un jardín con alberca, que en sus lados norte y sur quedaba respectivamente cerrado por pórticos y por salones. El pórtico sur ha sido reconstruido en su totalidad a partir de los vaciados de los restos de las arquerías, desmontadas fragmentariamente en 1866 con motivo de las obras de adaptación para cuartel, restos de yeserías conservados en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo Provincial de Bellas Artes de Zaragoza. Tras el pórtico, la gran portada de acceso al salón sur, adaptado para uso de las Cortes de Aragón, también se ha podido reconstituir a partir de elementos originales conservados in situ.......... http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/7272.htm
Gonzalo Borrás

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