NUESTRA CASA DE ARAGÓN
Los
aragoneses de Sevilla son/somos como los aragoneses de cualquier territorio del
estado gente abierta y acogedora, por lo que los sevillanos que quieren formar
parte de ella y COMPARTIR nuestras actividades, nuestras fiestas, etc. son
parte de ella.
No todos
conocen nuestras costumbres, por eso esta página es para ellos, para que
conozcan más nuestra cultura, nuestras fiestas, nuestra tierra. Y nuestra
fiesta por antonomasia es sin duda la fiesta en honor a la Virgen del Pilar,
patrona de Aragón, de España, de la Hispanidad y de la diócesis de Sevilla.
Sin duda el
acto más multitudinario y conocido es la ofrenda da flores del día 12 de
octubre, pero la fiesta es mucho más, es el Rosario de la Aurora por las calles
del centro en la madrugada del día 12, la ofrenda de frutos del día 13 y el
Rosario de Cristal, sin faltar los actos lúdicos como las comparsas de Gigantes
y Cabezudos, las jotas de ronda por el tubo y los concursos de jota y la feria
taurina que cerraba los circuitos de las grandes ferias en la Maestranza de
Zaragoza ( Coso de la Misericordia)
Siendo una
fiesta eminentemente religiosa con la llegada de la democracia se populariza y
transforma en una fiesta en la calle con conciertos populares como las verbenas
que se hacen en cualquier pueblo de España. Zaragoza entera se convierte en una
gran plaza con verbenas permanentes.
Enlaces:
http://www.turismodezaragoza.es/zaragoza/guia-practica/fiestas/octubre/fiestas-del-pilar-zaragoza.html
http://www.zaragoza.es/ciudad/fiestaspilar/historia.htm
Sin duda
alguna el acto de mayor calado popular de las Fiestas del Pilar, es la Ofrenda
de Flores que tiene lugar a lo largo del 12 de octubre, el Día del Pilar. Desde
primera hora de la mañana cientos de miles de ciudadanos, aragoneses, de otras
comunidades y de todo el mundo, ataviados con sus trajes regionales (único
requisito para participar), desfilan ante la Virgen para depositar a sus pies
millones de flores traídas como homenaje a la patrona de los aragoneses y de la
comunidad hispana. Durante todo el día casi se puede palpar en el ambiente la
alegría de quienes acuden a rendir su pequeño homenaje, en forma de flor, a la
Virgen del Pilar.
Los
antecedentes de la Ofrenda hay que buscarlos en los años cuarenta del siglo XX,
en los que el Camarín de la Virgen se adornaba los días de las fiestas.
Claveles, rosas y nardos perfumaban la Santa Capilla. Pero es en 1958, ocupando
la alcaldía Luis Gómez Laguna, cuando el concejal de fiestas Manuel Rodeles
introdujo en el programa un acto popular y de participación, semejante a las
ofrendas florales que se celebran en el Levante español.
El domingo 12 de octubre
de 1958 se desarrolló la primera Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar.
Durante las dos horas que duró aquella primera edición desfilaron unas 2.000
personas.
Para esta primera Ofrenda, en la que se situó una réplica de la Virgen en la fachada principal del templo, el Ayuntamiento adquirió en Tortosa varios miles de claveles. En 1960 ya se considera "tradicional". En 1964 es motivo principal de las portadas de los extraordinarios de la prensa. Ese año la cifra de flores que aportó el Ayuntamiento fue 8.000 docenas de claveles; el año siguiente, más de 5.000 personas (la mayoría mujeres y niños) y más de 12.000 docenas de ramos dan idea del la fuerza de arraigo de esta actividad.
Para esta primera Ofrenda, en la que se situó una réplica de la Virgen en la fachada principal del templo, el Ayuntamiento adquirió en Tortosa varios miles de claveles. En 1960 ya se considera "tradicional". En 1964 es motivo principal de las portadas de los extraordinarios de la prensa. Ese año la cifra de flores que aportó el Ayuntamiento fue 8.000 docenas de claveles; el año siguiente, más de 5.000 personas (la mayoría mujeres y niños) y más de 12.000 docenas de ramos dan idea del la fuerza de arraigo de esta actividad.
Sin duda el
éxito de la Ofrenda de Flores contribuyó a que las del Pilar fueran declaradas
en 1965 "Fiestas de Interés Turístico Nacional".
Con la
llegada de los Ayuntamientos democráticos, la Ofrenda de Flores, que para
entonces ya era el paradigma de la tradición de las Fiestas del Pilar, se
reinterpretó como un acto de reafirmación de la identidad aragonesa, con el
compromiso de participación por parte de una inmensa mayoría de zaragozanos,
como muestra que en 1980 más de 50.000 ciudadanos participasen en ella.
En 1998, el cineasta Bigas Luna, gran
conocedor de la fiesta y la ciudad, animó a cambiar la ubicación a otro ángulo
de la Plaza del Pilar y el resultado fue más que satisfactorio. La Virgen se
situó en el centro de la bandeja de la Plaza, con lo que la Ofrenda ganó es
espectacularidad y en superficie de manto: la superficie que se teje de flores
tiene 55 metros de profundidad, 18 de anchura y más de 15 metros de alto.
La Ofrenda
ha seguido creciendo con un ritmo constante: en contraste con los 2.000
participantes del año 1958, al comenzar el siglo XXI cálculos serenos cifran
una afluencia de 25.000 oferentes a la hora, durante las ocho que dura el
ininterrumpido desfile, que depositan alrededor de siete millones de flores.
LA IMAGEN DE LA OFRENDA
Más de 3
metros mide la imagen incluyendo la altura de corona y manto, y unos 7 la
estructura entera, muy sólida puesto que está preparada para soportar el cierzo
que pueda darse en Zaragoza y elevada especialmente para que pueda verse desde
toda la Plaza.
ALTAR DE LA OFRENDA
La
estructura total mide en torno a los 15 metros de altura y 16 de anchura. La
virgen se eleva sobre una estructura troncopiramidal de 6 cuerpos, que pesa en
torno a 40 toneladas dado que está compuesta por piezas estándar de hierro y
otros materiales resistentes.
La plaza
presenta una ligera inclinación por lo que lo más complicado de todo el proceso
es nivelar el piso de abajo para darle una apariencia simétrica. Una vez,
puesto el piso de abajo se realiza la estructura interior para posteriormente
colocar los enrejados en los que se depositaran las flores.
El día del
Pilar todo tiene que estar perfecto, desde los sistemas de sujeción
construcción y montaje de estructura del soporte de la Corona, la Virgen y el
Manto a recogida de flores de grupo y de individuales en el altar floral, las
numerosas incorporaciones desde las distintas zonas de acceso así como el
establecimiento de un perímetro de seguridad que permita a los jardineros
trabajar recogiendo y colocando todos los ramos.
Soy Carlos García Ortego, me ha gustado el articulo, es tal como yo lo recuerdo.
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