La
Tórtola común (Streptopelia turtur), abundante en nuestra
región y en el resto de su área de distribución hasta hace pocos
años, ha sufrido un declive generalizado hasta el punto de
encontrarse actualmente amenazada. Diferentes instituciones
científicas, grupos conservacionistas y algunos cazadores han dado
la voz de alarma y muestran unos descensos en torno al 30%, lo que
supone, según algunos estudios, la desaparición de casi 425
millones de ejemplares.
Algunos
cazadores son los primeros que han notado ese descenso. Al tratarse
todavía de una especie cinegética, a pesar de estos datos tan
demoledores, han podido constatar el enorme descenso en las capturas,
si las comparan con las que tenían hace un par de décadas.
Entre
las causas de este dramático descenso parece encontrarse, como en
otras especies, la agricultura tan agresiva que hemos (o nos han)
impuesto, con un elevado uso de fertilizantes químicos, semillas tratadas o productos fitosanitarios. También parece estar detrás de
este declive la presión cinegética. Cuando la población de una
especie no es muy boyante, su caza no la beneficia en absoluto, si a
ello sumamos que esta especie es cazada durante lo que se conoce como
media veda, en verano, cuando todavía no ha acabado su reproducción,
su impacto que sí que resulta realmente grave.
Por
iniciativa propia, en Aragón ya son muchos los cotos de caza que
obvian la caza en la media veda, precisamente como medida para
beneficiar a esta especie. No creo que tarde mucho en ser la propia
administración la que acabe vedando, al menos temporalmente, la caza
de la Tórtola común. ¿Llegará a tiempo?, ¿será suficiente para
que se recupere?
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